Este curso pretende reflexionar la decolonialidad desde una perspectiva de género, contextualizando desde un revisionismo histórico y poniendo especial atención en los cuerpos de las mujeres, la categoría Mujer y las nociones teóricas de aquellas que han construido un pensamiento feminista decolonial.
Situaremos el punto de partida en La herencia que ha dejado el Capitalismo Temprano con su devastador proceso colonial en los tres continentes del sur y con la inquisición en Europa que marcarían el comienzo de un sistema político violento y unificador, dando lugar a la dualidad de sexos, la distinción racial y la división internacional del trabajo. Esta nueva configuración social se formulará definitivamente con la instauración de los Estado Nación.
Colonialismo e Inquisición van de la mano. Ambos procesos simultáneos posibilitan la acumulación originaria. Será por medio de la desaparición forzosa de las comunidades que se instaure, primeramente en Europa para luego replicarla en los pueblos colonizados, la institución principal de los Estado Nación: La Familia.
1492 desencadenó una larga y amarga rivalidad occidental sobre las posesiones coloniales. Una rivalidad a la que 500 años más tarde no se le ha puesto solución. (Eric Williams 1944)
El sistema esclavo de las plantaciones fue decisivo para el desarrollo del Capitalismo. La esclavitud se convirtió en una institución económica de máxima importancia. La explotación y devastación de los pueblos colonizados son incluso a día de hoy tan necesarios como sustanciales para el desarrollo económico de occidente.
Oyewumí pondrá sobre la mesa con su tesis «La Invención de las Mujeres» que «el género no era un principio organizador en la sociedad Yoruba antes de la colonización Occidental» y cuestiona si «patriarcado» es realmente una condición transcultural válida.
En la cultura Yoruba (Nijeria), las categorías de género no se oponen en forma binaria ni están relacionadas por medio de una jerarquía. En el pueblo Yoruba, en la cual el poder no estaba determinado por el género sino por edad, la jerarquía no era piramidal sino plana generacional. No existe la mujer doméstica, existe lo íntimo pero el espacio es comunitario, la crianza es grupal. No hay un espacio público y un espacio privado.
«Uno de los primeros logros del Estado colonial fue la creación de «mujer» como categoría. Por lo tanto, no es sorprendente que para el gobierno colonial haya resultado inimaginable el reconocer a hembras como líderes entre las gentes que colonizaron, incluyendo los Yoruba… La transformación del poder del Estado en poder masculino se logró excluyendo a las mujeres de las estructuras organizativas. De esta forma occidente produce la exclusión, excluye, y luego se presenta como la salvadora que trae políticas de inclusión. La Blanquitud se presenta como salvadora cuando es ella la misma perpetradora. (Siri Adlbi Sibai) La imposición del Estado nación en las colonias con la iglesia, las escuelas y la familia mononuclear (monógama-heterosexual), comienza a controlar el acceso a la riqueza, al poder, el aborto, etc.
Considerando este principio histórico como paradigma de violencia política hacia los pueblos originarios en general y para el sometimiento y disciplinamiento de los cuerpos de las mujeres en particular es que centraremos nuestro estudio. El temario planteado se articulará con el dialogo y la reflexión colectiva dando como resultado no sólo una lectura de la decolonialidad sino y asimismo nociones críticas para una proximidad que siempre esté dispuesta a reforzar la autonomía de las mujeres y sus comunidades.