En México la privación de la libertad de las personas migrantes es una práctica que se ha implementado y consolidado desde hace por lo menos cuatro décadas. Las Estaciones Migratorias son instalaciones físicas que dependen directamente del Instituto Nacional de Migración (INM) y tienen como fin concentrar de manera temporal a las personas extranjeras que no acrediten una situación migratoria regular hasta que se resuelva su la misma.
Por más de quince años las organizaciones de la sociedad civil han documentado y denunciado las precarias condiciones en que operan las Estaciones Migratorias, así como la sistemática violación a los derechos humanos, incluyendo de la normativa mexicana, que viven las personas migrantes y solicitantes de asilo en detención, las cuales pueden ir desde mala alimentación, deficiente atención médica, hacinamiento, hasta actos de maltrato físico y psicológico incluso, posibles actos de tortura.
Desde 2018, el equipo de investigación del Grupo de Acción Comunitaria (GAC) forma parte del Grupo Impulsor Contra la Detención Migratoria y la Tortura (GICDMT), colectivo del que forman parte diversas organizaciones sociales que trabajan en la defensa de los Derechos Humanos de las personas migrantes y refugiadas en México. Investigamos conjuntamente sobre las condiciones de detención para las personas migrantes en México desde la óptica de los entornos torturantes, así como los impactos que dichas condiciones tienen en las personas en movimiento. Los resultados preliminares de este trabajo pueden consultarse en «Border Criminologies», blog sobre control migratorio de la Universidad de Oxford. Los datos completos que aportan un análisis de las estaciones migratorias como entornos torturantes se recogen en el artículo “Torturing environments and multiple injuries in Mexican migration detention”.